Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco: 20 años de avances
El Convenio Marco de la OMS para el control del tabaco celebra 20 años de su entrada en vigor, marcando un hito en la salud pública global.
Este tratado, respaldado por 183 países, ha implementado medidas claves como advertencias gráficas en paquetes de cigarrillos, leyes de espacios libres de humo y aumentos de impuestos al tabaco, logrando reducir el consumo en un tercio y salvar millones de vidas. Sin embargo, persisten desafíos.
Este artículo explora los logros, retos y el llamado a la acción para seguir avanzando hacia un futuro libre de tabaco.

El Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT) celebra este año dos décadas de su entrada en vigor, marcando un hito sin precedentes en la lucha global contra el tabaquismo. Como el primer tratado internacional de salud pública negociado bajo los auspicios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), este acuerdo ha logrado salvar millones de vidas mediante políticas basadas en evidencia científica y respaldadas por el derecho internacional. Con 183 países adheridos, cubriendo el 90% de la población mundial, este convenio ha demostrado que la colaboración multilateral es clave para enfrentar desafíos sanitarios complejos.
En este artículo, exploraremos cómo el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco ha transformado la salud pública, los retos que persisten y el llamado a la acción para seguir avanzando hacia un futuro libre de tabaco.
El Impacto del Convenio Marco de la OMS en la reducción del consumo de tabaco
Desde su implementación en 2005, el Convenio ha sido un pilar fundamental para reducir la prevalencia del tabaquismo a nivel global. Según datos de la OMS, el consumo de tabaco ha disminuido en un tercio durante estas dos décadas, gracias a medidas como:
- Advertencias sanitarias gráficas en los paquetes de cigarrillos: Actualmente, 138 países exigen imágenes impactantes que ilustran las consecuencias del tabaquismo, una estrategia respaldada por estudios que demuestran su eficacia para disuadir a nuevos fumadores y motivar el abandono del hábito.
- Leyes de espacios libres de humo: Más del 25% de la población mundial está protegida por normativas que prohíben fumar en lugares públicos cerrados y áreas laborales, reduciendo la exposición al humo de segunda mano, responsable de 1.2 millones de muertes anuales.
- Aumento de impuestos al tabaco: Esta medida, considerada una de las más costo-efectivas, ha logrado disminuir el consumo, especialmente entre jóvenes y poblaciones de bajos ingresos.
El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, destaca: «El Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco ha sido un faro en la defensa de la salud pública. Su implementación ha evitado tragedias humanas y económicas, pero aún queda trabajo por hacer».
La lucha contra la industria tabacalera
Uno de los logros más significativos ha sido contrarrestar las tácticas agresivas de la industria tabacalera. Con un gasto anual de decenas de miles de millones de dólares en publicidad, lobby y patrocinios, este sector ha intentado socavar las políticas de control del tabaco.
La Dra. Adriana Blanco Marquizo, advierte: «La industria tabacalera no es parte de la solución, sino del problema. Su objetivo es perpetuar una epidemia que mata a más de 8 millones de personas al año».
El tratado ha permitido a los países:
- Prohibir la publicidad, promoción y patrocinio del tabaco (TAPS): 66 naciones han implementado restricciones totales, evitando que las empresas capten nuevos consumidores, especialmente jóvenes.
- Defenderse legalmente: El marco jurídico del Convenio fortalecido a los gobiernos para enfrentar demandas millonarias interpuestas por la industria.
El costo socioeconómico del tabaco: más allá de la salud
El convenio no solo aborda el impacto sanitario del tabaquismo, sino también sus consecuencias socioeconómicas y ambientales:
- Pobreza y seguridad alimentaria: Los hogares con fumadores gastan hasta un 15% de sus ingresos en tabaco, limitando su capacidad para cubrir necesidades básicas. Además, los cultivos de tabaco ocupan 4.3 millones de hectáreas de tierra que podrían destinarse a alimentos.
- Daño ambiental: Billones de colillas contaminan suelos y océanos cada año, liberando microplásticos y toxinas. La producción de tabaco también consume 22,000 millones de toneladas de agua anualmente.
«El tabaco no solo enferma a las personas, sino al planeta», subraya la Dra. Blanco Marquizo.
Retos futuros y el llamado a la acción
A pesar del progreso, el tabaco sigue siendo la principal causa de muerte prevenible a nivel global. La Dra. Reina Roa, Presidenta de la Conferencia de las Partes (COP) del CMCT, enfatiza: «Celebramos 20 años de avances, pero urge intensificar esfuerzos. La industria promueve nuevos productos, como cigarrillos electrónicos, que amenazan con revertir los logros».
Entre las prioridades para los próximos años destacan:
- Fortalecer los impuestos al tabaco: Solo el 13% de los países gravan estos productos con tasas superiores al 75% de su precio de venta, nivel recomendado por la OMS.
- Regular productos emergentes: Vapeadores y tabaco calentado deben someterse a las mismas restricciones que los cigarrillos tradicionales.
- Proteger a las generaciones futuras: El 80% de los fumadores inicia el consumo antes de los 18 años, lo que exige políticas más estrictas en marketing y acceso.
Un Legado que Inspira: Hacia un Mundo Libre de Tabaco
El 27 de febrero de 2025, el emblemático Jet d’Eau en Ginebra se iluminará con los colores del CMCT para conmemorar su vigésimo aniversario. Este acto simbólico refleja la importancia de mantener el control del tabaco como prioridad en la agenda global.
En Biosalud, nos unimos al llamado de la OMS para que todos los países, incluyendo aquellos que aún no lo han hecho, ratifiquen e implementen integralmente el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco. La colaboración entre gobiernos, profesionales de la salud y la sociedad civil es esencial para construir un futuro donde las próximas generaciones vivan libres de los estragos del tabaquismo.