Recortes de financiamiento: Amenazan lucha contra la tuberculosis

La tuberculosis es una enfermedad que podemos derrotar, pero requiere inversión, innovación y colaboración. Juntos, podemos salvar vidas y construir un futuro libre de TB.
En el Día Mundial de la Tuberculosis 2025, la OMS hace un llamado a todos—gobiernos, donantes, organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos—a unirse en la lucha contra esta enfermedad. Sin una acción coordinada y un compromiso firme, los avances logrados en las últimas décadas podrían perderse, poniendo en riesgo la salud y la vida de millones de personas.

Recortes de financiamiento

Material de comunicación del Día Mundial de TB.

Los drásticos recortes de financiamiento están interrumpiendo los servicios de prevención, diagnóstico y tratamiento de personas con tuberculosis. La tuberculosis, una enfermedad que sigue cobrando más de un millón de vidas cada año, afectando gravemente a familias y comunidades en todo el mundo.

Sin embargo, en lugar de avanzar hacia su erradicación, nos enfrentamos a una crisis global. En el Día Mundial de la Tuberculosis 2025, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace un llamado urgente para revertir esta situación antes de que sea demasiado tarde.

Tuberculosis: Un reto creciente en la Región

La tuberculosis afecta desproporcionadamente a las poblaciones más vulnerables de las Américas: pueblos indígenas, personas con enfermedades crónicas, migrantes, personas en situación de calle y, especialmente, a quienes están privados de libertad. En algunos países, hasta el 57% de los casos de TB se concentran en cárceles, donde el hacinamiento y las condiciones insalubres facilitan su propagación.

«Las consecuencias de la tuberculosis en las prisiones trascienden los muros penitenciarios», advirtió el Dr. Sylvain Aldighieri de la OPS. «En América Latina, aproximadamente un tercio de todos los casos de TB están vinculados al encarcelamiento. Combatirla en este entorno es clave para proteger a toda la población».

Innovaciones que cambian el juego

Frente a este panorama, las nuevas tecnologías emergen como aliadas fundamentales:

  • Inteligencia artificial para diagnóstico temprano: Sistemas de radiografía asistida por IA permiten detectar casos activos con mayor precisión, especialmente en comunidades remotas y poblaciones vulnerables. En Perú, su implementación en prisiones triplicó la detección de casos.
  • Pruebas moleculares rápidas: Estas herramientas facilitan el diagnóstico en el primer nivel de atención, reduciendo los tiempos de espera.
  • Tratamientos más cortos y efectivos: Nuevos esquemas terapéuticos orales, combinados con telemedicina y apoyo comunitario, mejoran la adherencia al tratamiento.

«Aunque la situación es grave, hay motivos para el optimismo», afirmó el Dr. Jarbas Barbosa, Director de la OPS. «Estas innovaciones pueden ayudarnos a revertir la tendencia si se implementan adecuadamente».

Una enfermedad prevenible:

La tuberculosis es una enfermedad prevenible y curable, pero sigue siendo la infección más mortífera del mundo. Desde el año 2000, los esfuerzos globales han salvado aproximadamente 79 millones de vidas. Sin embargo, estos logros están en peligro debido a los recortes de financiamiento y otros factores, como el aumento de la resistencia a los medicamentos y los conflictos en regiones vulnerables.

El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, advierte que no podemos permitir que estos avances se pierdan. “Los recortes de financiamiento están interrumpiendo el acceso a servicios esenciales de TB, como la prevención, el diagnóstico y el tratamiento. Esto no solo es inaceptable, sino también peligroso”, afirmó.

Recortes de financiamiento: La gran amenaza

Uno de los mayores obstáculos en la lucha contra la tuberculosis es la falta de recursos económicos. En 2023, solo se disponía del 26% de los US$22 mil millones necesarios anualmente para combatir la enfermedad. Esto ha generado una brecha financiera crítica que afecta directamente a los países con mayor carga de TB, especialmente en las regiones de África, el Sudeste Asiático y el Pacífico Occidental.

Además, la investigación sobre la tuberculosis también enfrenta una crisis. En 2022, solo se recibió una quinta parte del objetivo anual de US$5 mil millones destinados a la investigación. Esto retrasa el desarrollo de nuevas herramientas, como vacunas, diagnósticos más rápidos y tratamientos más efectivos.

Las consecuencias de estos recortes son devastadoras:

  • Escasez de personal médico, lo que dificulta la prestación de servicios;
  • Interrupciones en los servicios de diagnóstico, retrasando la detección y el tratamiento;
  • Colapso de los sistemas de vigilancia, comprometiendo el seguimiento de la enfermedad;
  • Deterioro de los programas comunitarios, aumentando el riesgo de transmisión.

Nueve países también han reportado fallas en las cadenas de suministro de medicamentos, lo que pone en peligro la continuidad del tratamiento y los resultados de los pacientes.

Prioridades urgentes:

Ante esta crisis, la OMS y el Grupo de Trabajo de la Sociedad Civil sobre la Tuberculosis han emitido una declaración conjunta con cinco prioridades urgentes:

  1. Abordar las interrupciones en los servicios de TB, asegurando respuestas proporcionales a la magnitud de la crisis;
  2. Garantizar financiamiento sostenible, tanto a nivel nacional como internacional, para mantener los servicios esenciales;
  3. Proteger el acceso a medicamentos, diagnósticos y tratamientos, especialmente para las poblaciones más vulnerables;
  4. Fortalecer la colaboración entre gobiernos, sociedad civil y donantes, creando alianzas sólidas para combatir la TB;
  5. Mejorar los sistemas de monitoreo y alerta temprana, para detectar y responder rápidamente a las interrupciones.

La Dra. Tereza Kasaeva, Directora del Programa Global de TB y Salud Pulmonar de la OMS, destaca que invertir en la lucha contra la tuberculosis no solo es un imperativo moral, sino también económico. “Cada dólar invertido en prevención y tratamiento genera un retorno estimado de US$43 en beneficios económicos”, señaló.

Integración de la tuberculosis en la atención primaria de salud

Para hacer frente a la falta de recursos, la OMS está promoviendo la integración de los servicios de tuberculosis y salud pulmonar en los sistemas de atención primaria. Nuevas directrices técnicas publicadas por la OMS enfatizan la importancia de:

  • Prevención y detección temprana de la TB;
  • Gestión optimizada de los casos desde el primer contacto con el sistema de salud;
  • Seguimiento mejorado de los pacientes para garantizar su recuperación completa.

Este enfoque también aborda factores de riesgo compartidos, como el hacinamiento, el consumo de tabaco, la desnutrición y la exposición a contaminantes ambientales, lo que permite una respuesta más integral y sostenible.

Tuberculosis: Una responsabilidad compartida

Para el Día Mundial de la Tuberculosis 24 de marzo de 2025, la OMS hace un llamado a todos—gobiernos, donantes, organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos—a unirse en la lucha contra esta enfermedad. Sin una acción coordinada y un compromiso firme, los avances logrados en las últimas décadas podrían perderse, poniendo en riesgo la salud y la vida de millones de personas.

La tuberculosis es una enfermedad que podemos derrotar, pero requiere inversión, innovación y colaboración. El momento de actuar es ahora. Juntos, podemos salvar vidas y construir un futuro libre de tuberculosis.


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